Clio, Kari y Chloe

Cuando murió Choux, mi gatita después de 20 años juntas, yo decido esperar un poco antes de adoptar a otro gatito. Un año después una amiga me ofreció a un gatito abandonado, le puse Bruce y lo traje a casa. Pero Bruce estaba solito, así que le busque un hermanito. Así llegué con Josefina. Al poco tiempo ella me dio a Clio, un gatito con personalidad y actitud. La amistad entre Bruce y Clio fue inmediata.

Kari era la compañera de juegos de Clio en la pensión y estaba solita, así que un día la adopté. La aceptación entre los tres fue inmediata e increíble. Kari pasó de ser huraña a ser amistosa incluso con visitas.

Había una gatita negra que no habían adoptado, si, también me la traje a casa. Chloe volteó mi casa de cabeza, es juguetona y de inmediato se ganó el cariño de todos, gatos y humanos. Ellos llenan nuestras vidas de amor incondicional, nos dan todo.

Así fue, gracias a Josefina y sus iniciativas que creció mi familia. Solo me queda agradecerle desde el fondo de mi corazón.